El CEO de Impulsa Mendoza explicó el rol del organismo para el desarrollo de la minería sustentable. El objetivo de la reforma del Código Minero y la importancia del cobre.
¿Qué es Impulsa Mendoza?
Impulsa Mendoza en realidad es una herramienta. Es la herramienta que diseñó el Gobierno para promover la actividad. Está muy claro que Mendoza tiene por lo menos 15 años de atraso en el desarrollo de la actividad minera y tenemos que hacer un “catch up” para lograr ponernos en condiciones de recibir inversiones, para poder cumplir el objetivo que queremos todos
Ese objetivo es básicamente transformar la minería en una herramienta de desarrollo sostenible dentro de la provincia.
Habiendo tenido resultados positivos del proceso de venta de Potasio Río Colorado, teniendo un paquete de activos interesantes que le queda a la provincia, la provincia decide destinar ese paquete de activos a la creación de esta herramienta.
¿Cuál es el objetivo central de esta herramienta?
Lo que hace es ir interviniendo en forma estratégica en diferentes puntos de diferentes proyectos para ir corriéndole las piedras a inversores, y lograr que los proyectos vayan para adelante.
¿Qué es esta intervención?
La primera con la que todo el mundo está familiarizada fue potasio Río Colorado.
Conceptualmente es cierto que la empresa se forma a partir de los activos de Potasio Río Colorado, pero el equipo de trabajo la venía con este objetivo trabajando.
Teníamos un elefante dentro de un baño, el proyecto minero más grande de Argentina que estaba paralizado. Pusimos foco entonces en PRC. Todos saben la historia: conseguimos inversores y eso es un ejemplo de intervención estratégica.
Hicimos una intervención inteligente, con un equipo profesional, le metimos cabeza, trajimos los inversores para desarrollarlo.
Otro ejemplo es Hierro Indio. Otro proyecto, totalmente diferente, un proyecto chiquitito, un proyecto en su primera etapa de exploración. ¿Cuál era el valor estratégico de Hierro Indio? Volver a demostrar que se puede hacer exploración minera en la provincia de Mendoza.
Entonces ahí sí hicimos una pequeña inversión monetaria, nos asociamos con el dueño del proyecto, llevamos un acuerdo con él, bastante interesante para las dos partes, invertimos en exploración, pusimos en valor ese proyecto, conseguimos reservas por más de 5 millones de toneladas de hierro, y hoy estamos ya buscando la prefactibilidad.
¿Cuál fue el “upside” de ese proyecto?
Demostramos en Mendoza que se puede hacer exploración minera sin que esto se transforme en el apocalipsis zombi que nos vendieron durante, no sé, 20 años. Bueno, consecuencia de eso, aprobación de Cerro Amarillo, Las Loicas, Burrero, Las Choicas.
Llevamos a la gente, le mostramos que era una actividad de exploración minera. Vieron que no tiene impacto ambiental, que genera problemas. Luego seguimos avanzando con diferentes productos entre comillas, y ahora hemos diseñado un producto del cual se está hablando mucho, que es el Distrito Minero Malargüe Occidental, que es básicamente una construcción legal que hemos diseñado nosotros para poder trabajar en una zona de altísimo potencial geológico, con una clara vocación territorial para el desarrollo de la minería, intentando reducir los tiempos burocráticos y los riesgos políticos que le mete nuestra legislación.
¿Cómo acompaña Impulsa?
Los inversores toman todo tipo de riesgo, toman el riesgo geológico, toman los riesgos económicos del mercado, toman los riesgos intrínsecos de cualquier operación minera. Hay un riesgo por la legislación vigente ¿Cómo hacemos para, sin cambiar la ley, reducir ese riesgo al inversor? Hacemos el trabajo nosotros. Impulsa asumió el trabajo, hizo la inversión, que no ha sido menor, más de un año para los estudios de impacto ambiental en los 20.000 kilómetros cuadrados del distrito.
Es un trabajo de un nivel altísimo, realmente le estamos levantando la vara a todo lo que son evaluaciones ambientales en este sector, lo estamos ahora llevando para que sea evaluado técnicamente por todos los organismos que deben evaluarlo dentro de la provincia y después lo llevaremos a la legislatura para que sea aprobado por ley, y de esa manera todas las propiedades dentro de esos 20.000 kilómetros cuadrados queden ya aprobadas para tareas de importante prospección y exploración.
¿Y la producción?
No estamos hablando de producción, la producción de la mina es mucho más compleja, requiere estudios mucho más profundos que se harán eventualmente si alguna de las minas que conseguimos se explore, llega a esa etapa, dentro de muchos años.
¿La provincia después recupera precisamente toda esa inversión que hizo?
En realidad la recuperación es de carácter económico, la apuesta pasa por aumentar el nivel de empleo, aumentar el nivel de actividad económica, aumentar las exportaciones, es una externalidad que nosotros buscamos, porque nuestra empresa si bien es totalmente autónoma en términos económicos y financieros, nosotros pagamos nuestros gastos y hacemos nuestras inversiones a partir de la gestión de nuestros propios activos, no somos una empresa que tiene fines de lucro, reinvertimos toda nuestra ganancia inmediatamente en los proyectos que la provincia entiende son estratégicos para ir destrabando esta actividad.
Vendemos servicios, es cierto, vendemos servicios, es cierto que tenemos equipos que nosotros mismos alquilamos y trabajamos, somos superficiarios de Potasio Río Colorado, porque la provincia se quedó con la tierra en ese caso, entonces tenemos ingresos producto de la gestión de esos activos, entre comillas, remanentes de la operación de Potasio Río Colorado, y a partir de ahí invertimos para cumplir nuestros objetivos.
¿Y este impacto en lo que es la economía de Malargue y en el empleo formal privado, sobre todo, se vería una vez que esté la producción o con estas dos etapas previas deberíamos empezar a ver movimiento?
Definitivamente la minería tiene diferentes etapas, la primera etapa que es prospección y exploración, las inversiones son entre comillas menores. Entre comillas porque el sector minero cuando mueve dinero mueve en cantidades monstruosas, entonces nosotros aspiramos en los próximos dos o tres años conseguir un ciclo exploratorio que nos lleve a tener inversiones del orden de los 100 millones de dólares por año, para que tengas una idea, de cada 10 proyectos que vos explorás, tal vez uno llegue a una etapa de perfectibilidad y con mucha suerte, si después el mercado te ayuda, ese proyecto se transforma en una mina. Ahi es cuando llegan las inversiones masivas. Hoy apuntamos al cobre. El cobre hoy es la vedette de la minería del mundo, te diría que más que el litio, porque el litio tiene una escala, tiene un tamaño y tiene algunas barreras tecnológicas que inclusive probablemente lo vayan sacando en el futuro de ese lugar central que hoy tiene en la transición energética.
Ahora el cobre es el jugador, el central, la transición energética se sustenta alrededor del cobre, porque justamente se basa en el aprovechamiento de determinadas fuentes de energía, que de la única forma que las podés utilizar es transformarlas en energía eléctrica, energía solar, la energía eólica, la energía hidráulica.
Para vos poder utilizar esa energía primaria la tenés que transformar en electrones y para mover electrones necesitas cobre, punto, nada más, el petróleo lo podés mover dentro de un balde, por decirte algo, el gas dentro de un caño, pero la electricidad necesitas cobre, entonces el pilar fundamental de la transición energética es el cobre,
Mendoza tiene muchísimo cobre, geológicamente tenemos una posición privilegiada
¿Cómo hacemos para acelerarlo?
Ahí entra Impulsa con este plan, el Distrito Minero Malargüe Occidental, para acelerar los tiempos de aprobación de un tipo de operación, que es la prospección y la exploración, que en otros lugares te la aprueban en 3 meses, y acá los últimos proyectos de cobre que se aprobaron demoraron, no sé, 10 años.
¿El gobierno está haciendo una apuesta de continuidad?
Absolutamente. Es muy importante que todos estén de acuerdo y darle, más allá de quién venga dentro de 4 años, continuidad. Claramente el Gobierno, desde el punto de vista político, ha hecho una inversión enorme, una inversión de larguísimo plazo, de carácter totalmente estratégico. Este gobierno definitivamente va a ver, tal vez el inicio de este proceso, de ninguna manera va a recibir los resultados concretos.
¿Podemos explicar de qué se trata el Código de Procedimientos Mineros?
El Código de Procedimientos Mineros de Mendoza es un código que tiene más de 70 u 80 años. Las tecnologías, los criterios, los conceptos ambientales de ninguna manera en esa época se tenían en cuenta.
Era un código muy liberal, que trataba que las actividades se desarrollasen como fuera, digamos. No importaba cómo, pero que se desarrollasen.
El Código Nacional lo tenemos que cumplir todos y después cada provincia empieza a hacer su código de procedimiento. Provincias con mucha actividad minera hace varios años ya se dieron cuenta que los códigos de procedimiento existentes estaban obsoletos, que hacía falta incluir herramientas de gestión moderna, que hacía falta otro tipo de cosas para acercarse a la minería del siglo XXI, a la minería sustentable, sostenible, que es lo que nosotros queremos hacer.
Mendoza nunca lo hizo porque claramente no había una vocación de actividad minera. Ahora que la hay, lo primero que tenemos que hacer es dotarle a la provincia de herramientas efectivas para poder desarrollar la actividad minera.
El nuevo código tiene un montón de modificaciones, muchísimas, que apuntan a darle mucha más agilidad a la concesión de las propiedades mineras, que apuntan a darle herramientas más efectivas al Estado para poder controlar las operaciones mineras, que incluyen conceptos ambientales, conceptos sociales, conceptos que no existían, no se tenían en cuenta hace 70 años atrás
En definitiva, si hoy la provincia tiene una serie de herramientas mucho más modernas para garantizar la transparencia de todo el proceso, listo, que esto se haga por resolución del director de Minería, que a su vez pasa por Fiscalía de Estado y una serie de filtros.
La transparencia del proceso está garantizada por un montón de herramientas.
El artículo 38 define que Impulsa Mendoza tiene una prioridad en el tiempo, automática por ley, para en el caso de que una propiedad minera se declare vacante, y esto es complejo, hay muchos conceptos que por ahí merecerían explicaciones más largas, pero en definitiva, si a vos te da una propiedad minera y por algún motivo vos no cumpliste las 3 con que tenés que cumplir, hay que pagar 4.500 pesos por año, hacer una serie de actividades, labores legales, acreditar una serie de inversiones mínimas.
Hoy la inversión mínima permite mantener una propiedad minera a perpetuidad. Se acreditan inversiones por el valor de 300 veces el canon minero, el canon minero son 4.600 pesos, y te quedás con una propiedad minera a perpetuidad, o sea, algo que es del Estado pasa a ser tuyo a perpetuidad, y vos podés hacer eso. Esto ha generado que realmente existan empresas que en vez de dedicarse a desarrollar la minería, se dedican a acumular propiedades mineras y a actuar como intermediario dentro del proceso.
¿Qué es lo que dice el artículo este?
Dice, si a vos te caducan la propiedad, te quitan la propiedad minera, Impulsa se va a encargar de tomar esa propiedad, juntar la información geológica, legal, la que haga falta juntar, y llamar a licitación para que a esa propiedad tengan acceso inversores de todo el mundo.
¿Qué significa? Que si esa persona no cumple, yo le puedo volver a quitar rápidamente la propiedad minera y volver a ponerla en el mercado, y no que esa persona, comprando en el mejor de los casos el equivalente a la rueda de una camioneta, se queda perpetuidad con esa propiedad minera sin desarrollarla.
El Estado vuelve a recuperar de alguna manera la iniciativa. Y hoy día las mejores propiedades de la provincia de Mendoza deberían estar concentradas en la mano de 5 personas que no tienen capacidad ni económica ni financiera para realizar las inversiones. Y hoy están sentados esperando básicamente que aparezca un inversor y transan esas propiedades mineras en su beneficio, lo cual no está mal.
Yo no digo que esté mal. Pero objetivamente, ese activo, en el fondo, es de la gente, es de todos los mendocinos.