La exploración es la primera fase en el ciclo de vida de un proyecto minero y una de las más complejas y riesgosas: es el momento en el que se investiga con tecnología de punta qué minerales tiene cierta zona, lo que requiere de grandes inversiones que conllevan un riesgo.
Pero este riesgo se toma por la potencialidad de una región: en este proceso se pueden abrir las puertas a nuevos yacimientos que impulsen tanto el desarrollo industrial como económico de una región o país.
Es decir, la exploración es el proceso que se debe realizar antes de instalar una mina, con estudios que analizan las características de la tierra, la flora y fauna, las fuentes de agua, los minerales del suelo y las comunidades cercanas.
Los datos obtenidos durante la exploración permiten calcular la cantidad y calidad de los recursos minerales, información vital para estimar la viabilidad de la explotación.
Fuente de la imagen: Freepik.