El experto chileno encabezó el trabajo que se hizo entre sectores públicos y privados, y que marca el camino para que Mendoza desarrolle minerales críticos para la transición energética.
Pilares marca la hoja de ruta para que Mendoza se posicionen como jugador central en la transición energética, que necesita, mayoritariamente, de minerales críticos. Para trazar un plan ordenado se presentó Pilares, liderado por Osvaldo Urzúa, quien además de dirigir la consultora minera Karungen, es doctor en Política de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Sussex, Reino Unido; MBA de Esade (España) e ingeniero industrial por la Universidad de Chile.
En una entrevista en Floyd TV, con Rosana Villegas y la reconocida geóloga Martita Ahumada, Urzúa aseguró que el programa Pilares, que marca la hoja de ruta para el desarrollo minero, “fue muy bien recibido en Mendoza”.
El experto destacó que el plan fue elaborado entre el sector público y privado: participaron además Impulsa Mendoza, la herramienta creada por el Gobierno de Mendoza para el desarrollo de la minería sustentable, la Universidad Nacional de Cuyo, el CEM y las empresas mendocinas Argenteo Mining y Tassaroli.
“Esto no es un plan para desarrollar la minería sino que es un plan para desarrollar Mendoza en torno al desarrollo de la minería”, explicó.
“Básicamente es poner un marco conceptual para entender cuál es el tamaño de la oportunidad, qué es lo que está en juego, cuáles son los impactos sociales, ambientales y económicos”.
Además se identificó “cuáles son los elementos que impiden que se pueda llevar plenamente ese potencial a cabo”.
Ante la pregunta de Ahumada sobre cómo se trabaja con recursos finitos, el experto recordó: “El objetivo es desarrollar una minería que es baja en emisiones, tanto emisiones locales como emisiones globales, es baja en generación de residuos o desechos, es baja en consumo de agua y genera ganancia positiva para la naturaleza ya que promueve el uso de energías limpias”.
Urzúa remarcó la importancia de los clústers mineros, de involucrar a las comunidades y a los territorios en el proceso de prosperidad que hay en torno la minería y a su vez promover la prosperidad o las vocaciones productivas que van más allá de la minería en
aquellos territorios.
“Para hacer una minería sustentable uno necesita desarrollar capital humano altamente calificado, que tenga conocimiento tanto en el ámbito científico como en ámbito de ingeniería o de las operaciones porque consiguientes. Una vez que termine una operación minera se deja un capital humano altamente calificado que puede después seguir proyectando su desarrollo”, aseguró.
“Se debe utilizar tecnología digital o robótica de frontera por ejemplo”.
Este desarrollo va a ir construyendo capital humano, desarrollando infraestructura desarrollando empresas locales y de servicios. No solo en minería sino una gama mucho más amplia de la de la economía que se diversifica”, contó.
Urzúa presentó el Plan Pilares Pilares en el Foro de Inversiones y Negocios, y marca la hoja de ruta para que Mendoza se posicione como jugador central en la transición energética, que necesita, mayoritariamente, de cobre.
Se trata de un plan a largo plazo elaborado entre el sector público y privado: participaron además Impulsa Mendoza, la herramienta creada por el Gobierno de Mendoza para el desarrollo de la minería sustentable, la Universidad Nacional de Cuyo, el CEM y las empresas mendocinas Argenteo Mining y Tassaroli.
“Mendoza puede aprovechar su potencial geográfico, su rica geología, sus capacidades humanas y tecnológicas y su experiencia y tradición industrial para dar un salto de prosperidad en torno a un desarrollo minero moderno, que dinamice la economía y genere empleo de calidad, a la vez que cuida cuencas hídricas y ecosistemas”, afirma el estudio. Además, puntualiza que para 2050 se necesita más cobre que lo producido desde 1900 hasta hoy en todo el mundo.
El trabajo hace hincapié en la demanda de minerales extraídos de forma “sostenible”. Y la provincia tiene capacidad para producir 500.000 toneladas cúbicas con solo 4 proyectos cupríferos y 1.500.000 toneladas cúbicas con 8 que podrían desarrollarse, según el estudio preliminar presentado en el foro.
“Son cinco pilares para llegar a que Mendoza sea un actor central. Primero, condiciones para impulsar inversiones para conocer y desarrollar el recurso y mantener continuidad operacional. Segundo, encadenamientos es decir, condiciones para disponer de proveedores y capital humano productivo y confiable e I+D+i pertinente. El pilar tres son condiciones para desarrollar una minería con baja huella hídrica y ecoambiental, que ayuda a enfrentar o ser resiliente al cambio climático y a recuperar y cuidar los ecosistemas; el cuarto es la infraestructura logística, conectividad, energía y comunicaciones, y el quinto, la gobernanza y vocación territorial, es decir, condiciones regulatorias y de control, sociopolíticas macro y de aceptación e integración social en los territorios que permite atraer inversiones”, explicó Urzúa.