El desarrollo sostenible es un modelo de crecimiento que busca satisfacer las necesidades del presente sin comprometer los recursos y el bienestar de las futuras generaciones. Se basa en un equilibrio entre tres pilares fundamentales:
- Económico: Impulsar el crecimiento y la innovación sin agotar los recursos naturales.
- Social: Garantizar el bienestar de todas las personas, promoviendo la equidad y la inclusión.
- Ambiental: Proteger el medio ambiente, reducir la contaminación y fomentar el uso responsable de los recursos.
En el contexto de la minería, el desarrollo sostenible implica extraer recursos de manera responsable, minimizando el impacto ambiental y generando beneficios sociales y económicos para las comunidades locales.
Al adoptar un enfoque de desarrollo sostenible, la industria minera puede contribuir al crecimiento económico, al mismo tiempo que protege el medio ambiente y mejora la calidad de vida de las comunidades involucradas. Este enfoque es fundamental para abordar los desafíos globales actuales, como el cambio climático y la escasez de recursos.